*En un intenso adiestramiento, comunicadores se adentraron en ejercicios de patrullaje, combate urbano, primeros auxilios en zona hostil y navegación militar, aprendiendo a informar sin poner en riesgo sus vidas.
KARLA RIVAS
Con los cascos bien ajustados, mapas en mano y la instrucción de "mantener el perfil bajo", un grupo de periodistas se internó en terreno militar como parte del Curso de Corresponsal de Defensa, una experiencia única que los llevó a vivir en carne propia lo que significa informar desde una zona de conflicto armado.
La jornada se desarrolló en el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales, ubicado en Temamatla, Estado de México, un entorno realista y exigente, donde habitualmente se forman elementos de élite del Ejército Mexicano.
La Secretaría de la Defensa Nacional organizó este adiestramiento con el objetivo de capacitar y mostrar a comunicadores en temas de seguridad, ética y protocolos militares, brindándoles herramientas que podrían salvar vidas en escenarios de crisis y conflictos armados.
El personal militar enfatizó la importancia de abrir las puertas del Ejército a la sociedad y especialmente a los medios de comunicación.
"Nuestro deber es ser transparentes, accesibles, y enseñar cómo trabajamos para defender a la nación. Hoy, ustedes conocerán esa labor desde dentro", expresó.
Tras una breve introducción legal y estratégica sobre las funciones del Ejército, los asistentes fueron divididos en patrullas denominadas Alfa, Bravo, Charlie y Delta, y comenzaron su recorrido por diversos módulos de adiestramiento militar: patrullaje y navegación terrestre, comunicaciones tácticas, medicina de combate y empleo de armamento (con réplicas y simuladores de entrenamiento).
Uno de los momentos más impactantes fue el simulacro de combate urbano, en el que los periodistas presenciaron una operación de rescate de rehenes realizada por fuerzas especiales. La maniobra incluyó explosivos controlados y despliegue táctico en un escenario que recreaba un poblado tomado por fuerzas hostiles.
"Te das cuenta de que el caos puede ser controlado... pero solo si estás preparado", comentó una periodista al finalizar el ejercicio, aún con la adrenalina y el cansancio visible en su rostro.
En otro módulo, los comunicadores aprendieron a prestar primeros auxilios bajo fuego, a configurar y usar un botiquín militar y a extraer a un compañero herido de una zona de combate. También utilizaron cartas topográficas y brújulas para ubicar coordenadas precisas, entendiendo la importancia de la orientación en misiones de alto riesgo.
La práctica cerró con ejercicios de simulación de combate con marcadoras tipo gotcha, en los que los periodistas debían aplicar lo aprendido: moverse en formación, cubrir a un herido, coordinar un rescate y evacuar con seguridad.
Una lección de jerarquía y estructura militar
Durante la jornada, se ofreció también una explicación clara sobre la estructura jerárquica del Ejército Mexicano, un elemento clave para que los periodistas comprendan cómo se organiza la toma de decisiones en una operación militar.
El Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos se estructuran en tres niveles principales:
Alta jerarquía (mando superior):
Aquí se encuentran los Generales, divididos en tres grados:
General de División
General de Brigada
General Brigadier
Ellos están al frente de regiones y zonas militares, y toman decisiones estratégicas en operaciones nacionales e internacionales.
Mando medio (jefes y oficiales):
Compuesto por Coroneles, Tenientes Coroneles y Mayores, quienes están encargados de unidades específicas como batallones o regimientos. Coordinan operativos, gestionan personal y supervisan las tareas tácticas.
Oficiales:
Aquí se encuentran los Capitanes (primero y segundo), Tenientes y Subtenientes, quienes están directamente en contacto con el personal de tropa. Son los líderes operativos en campo.
Tropa (columna vertebral del Ejército):
Compuesta por Sargento Primero, Sargento Segundo, Cabo y Soldado.
Un Sargento Segundo lidera grupos de hasta 10 soldados.
Un Sargento Primero puede coordinar hasta 30 elementos y apoyar directamente a los oficiales en campo.
Conocer esta jerarquía no es solo un detalle protocolario: para un corresponsal en zona militar, puede marcar la diferencia entre el orden y el caos, entre ser ignorado o recibir información vital para una cobertura segura y precisa.
La actividad cerró con una reflexión colectiva sobre el papel del periodista en escenarios de alto riesgo. Más allá del entrenamiento físico, el día sirvió para crear lazos de confianza y entendimiento entre los representantes de la prensa y las Fuerzas Armadas.
"Este curso no solo nos enseñó a cuidarnos. Nos mostró la dimensión humana del Ejército y el valor del trabajo en equipo. Ya no escribiremos desde la distancia, sino desde la comprensión", comentó uno de los periodistas, tras concluir la jornada.
El Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales en Temamatla volvió a la calma tras la jornada. Pero para quienes lo vivieron, el eco de ese día táctico quedará grabado como una lección inolvidable de valor, estrategia y compromiso.
La jornada se desarrolló en el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales, ubicado en Temamatla, Estado de México, un entorno realista y exigente, donde habitualmente se forman elementos de élite del Ejército Mexicano.
La Secretaría de la Defensa Nacional organizó este adiestramiento con el objetivo de capacitar y mostrar a comunicadores en temas de seguridad, ética y protocolos militares, brindándoles herramientas que podrían salvar vidas en escenarios de crisis y conflictos armados.
El personal militar enfatizó la importancia de abrir las puertas del Ejército a la sociedad y especialmente a los medios de comunicación.
"Nuestro deber es ser transparentes, accesibles, y enseñar cómo trabajamos para defender a la nación. Hoy, ustedes conocerán esa labor desde dentro", expresó.
Tras una breve introducción legal y estratégica sobre las funciones del Ejército, los asistentes fueron divididos en patrullas denominadas Alfa, Bravo, Charlie y Delta, y comenzaron su recorrido por diversos módulos de adiestramiento militar: patrullaje y navegación terrestre, comunicaciones tácticas, medicina de combate y empleo de armamento (con réplicas y simuladores de entrenamiento).
Uno de los momentos más impactantes fue el simulacro de combate urbano, en el que los periodistas presenciaron una operación de rescate de rehenes realizada por fuerzas especiales. La maniobra incluyó explosivos controlados y despliegue táctico en un escenario que recreaba un poblado tomado por fuerzas hostiles.
"Te das cuenta de que el caos puede ser controlado... pero solo si estás preparado", comentó una periodista al finalizar el ejercicio, aún con la adrenalina y el cansancio visible en su rostro.
En otro módulo, los comunicadores aprendieron a prestar primeros auxilios bajo fuego, a configurar y usar un botiquín militar y a extraer a un compañero herido de una zona de combate. También utilizaron cartas topográficas y brújulas para ubicar coordenadas precisas, entendiendo la importancia de la orientación en misiones de alto riesgo.
La práctica cerró con ejercicios de simulación de combate con marcadoras tipo gotcha, en los que los periodistas debían aplicar lo aprendido: moverse en formación, cubrir a un herido, coordinar un rescate y evacuar con seguridad.
Una lección de jerarquía y estructura militar
Durante la jornada, se ofreció también una explicación clara sobre la estructura jerárquica del Ejército Mexicano, un elemento clave para que los periodistas comprendan cómo se organiza la toma de decisiones en una operación militar.
El Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos se estructuran en tres niveles principales:
Alta jerarquía (mando superior):
Aquí se encuentran los Generales, divididos en tres grados:
General de División
General de Brigada
General Brigadier
Ellos están al frente de regiones y zonas militares, y toman decisiones estratégicas en operaciones nacionales e internacionales.
Mando medio (jefes y oficiales):
Compuesto por Coroneles, Tenientes Coroneles y Mayores, quienes están encargados de unidades específicas como batallones o regimientos. Coordinan operativos, gestionan personal y supervisan las tareas tácticas.
Oficiales:
Aquí se encuentran los Capitanes (primero y segundo), Tenientes y Subtenientes, quienes están directamente en contacto con el personal de tropa. Son los líderes operativos en campo.
Tropa (columna vertebral del Ejército):
Compuesta por Sargento Primero, Sargento Segundo, Cabo y Soldado.
Un Sargento Segundo lidera grupos de hasta 10 soldados.
Un Sargento Primero puede coordinar hasta 30 elementos y apoyar directamente a los oficiales en campo.
Conocer esta jerarquía no es solo un detalle protocolario: para un corresponsal en zona militar, puede marcar la diferencia entre el orden y el caos, entre ser ignorado o recibir información vital para una cobertura segura y precisa.
La actividad cerró con una reflexión colectiva sobre el papel del periodista en escenarios de alto riesgo. Más allá del entrenamiento físico, el día sirvió para crear lazos de confianza y entendimiento entre los representantes de la prensa y las Fuerzas Armadas.
"Este curso no solo nos enseñó a cuidarnos. Nos mostró la dimensión humana del Ejército y el valor del trabajo en equipo. Ya no escribiremos desde la distancia, sino desde la comprensión", comentó uno de los periodistas, tras concluir la jornada.
El Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales en Temamatla volvió a la calma tras la jornada. Pero para quienes lo vivieron, el eco de ese día táctico quedará grabado como una lección inolvidable de valor, estrategia y compromiso.
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