El opositor Juan Guaidó se autoproclama "presidente encargado" del país.
*Juan Guaidó, un bateador inesperado para golpear de nuevo el régimen de Nicolás Maduro
Caracas.-El desafío contra Nicolás Maduro se ha dejado sentir por los cuatro costados de Venezuela, una demostración de fuerza con cientos y cientos de miles de personas en las calles y, a la vez, la confirmación del hastío nacional. El hito histórico del 23-E, conmemoración del día en que cayó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, ha forzado finalmente la jura como "presidente encargado" de Juan Guaidó, jefe del Legislativo. Agotado el tiempo de la ambigüedad estratégica, el nuevo líder de la oposición no tenía otra salida, pese a que ha reconocido que tendrá "consecuencias" para él.
"Hoy, 23-E de 2019, en mi condición de presidente de la Asamblea Nacional, juro ante dios todopoderoso, Venezuela y colegas diputados, asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como presidente encargado de Venezuela para lograr elecciones libres", ha recitado el político que ha dado la vuelta al mapa político criollo en un enero frenético. Una frase y una decisión que abren una puerta desconocida en el laberinto construido por la revolución bolivariana durante dos décadas de poder cuasi absoluto.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido el primero en reaccionar para reconocer a Guaidó como presidente interino, algo que ya había adelantado el vicepresidente, Mike Pence, en sus conversaciones privadas con los representantes del nuevo Parlamento. Washington ha insistido en que usará todo su poder económico y diplomático para "restaurar la democracia en Venezuela". Entre ellas, las sanciones petroleras, que parecen inminentes.
Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y principal bestia negra del chavismo, ha adelantado "todo nuestro reconocimiento" para Guaidó, a la vez que ha ordenado el frenazo del proceso iniciado por el Gobierno bolivariano en 2017 para dejar el organismo. El Parlamento nombró el martes a un respetado constitucionalista, Gustavo Tarre Briceño, como su representante ante la OEA.
La decisión, demandada por la mayoría de los gobiernos de la región, ha sido apoyada casi de inmediato. Canadá ha reconocido a Guaidó como "nuevo presidente de Venezuela" y Colombia, como ya había adelantado su presidente, Iván Duque, ha hecho lo mismo minutos después. Brasil, Perú, Argentina, Chile, Guatemala, Ecuador y Costa Rica tampoco faltaron a la cita histórica. "Hoy más que nunca necesitamos organización y reconocernos entre nosotros. Hoy hemos logrado nuestro objetivo. ¡Vamos bien, Venezuela!", ha señalado el presidente encargado más tarde en sus redes sociales, mientras las televisiones del país profundizaban su apagón informativo, impuesto desde el Palacio de Miraflores.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, puso de relieve el "mandato democrático" del presidente de Guaidó."A diferencia de Maduro, la Asamblea parlamentaria, incluyendo a Juan Guaidó, tiene un mandato democrático de los ciudadanos venezolanos", indicó Tusk a través de la red social Twitter.
La respuesta revolucionaria ha llegado incluso antes de la jura de Guaidó. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha advertido que había remitido a la Fiscalía las actuaciones de los parlamentarios por "usurpación" de las funciones presidenciales. El TSJ también ha instado a la Asamblea Constituyente, órgano revolucionario que ha asumido a la fuerza las funciones del Parlamento, para que la Asamblea legítima sea declarada ilegal."
El presidente Juan Guaidó nos juramentó a todos los venezolanos", se ha sumado Julio Borges, ex presidente del Parlamento exiliado en Bogotá, confirmando el sentir de quienes dentro de la coalición opositora también estaban convencidos de la necesidad de este paso. Las presiones internacionales y el pulso contra el Gobierno han conducido a Guaidó a tamaña decisión, que eleva aún más la magnitud de un pulso inédito: el presidente "de facto" Nicolás Mauro contra el presidente "encargado".
El primero con el apoyo de la revolución, de la cúpula militar, de las fuerzas represivas y de Inteligencia y de sus aliados Cuba, Rusia y China. Y el segundo, con el respaldo popular y la presión internacional, que en las próximas horas se elevará a cotas desconocidas. Por su parte, el Gobierno de México ha dicho que reconoce todavía al Gobierno de Nicolás Maduro. "Hasta donde estamos, (el posicionamiento de México) es que nosotros reconocemos a las autoridades electas de acuerdo a la Constitución venezolana", dijo a la agencia France Presse el portavoz de la presidencia mexicana, Jesús Ramírez."Nuestra solidaridad con el pueblo venezolano y el hermano @NicolasMaduro, en estas horas decisivas en que las garras del imperialismo buscan nuevamente herir de muerte la democracia y autodeterminación de los pueblos de #Sudamérica", ha afirmado el bolivariano Evo Morales.
En el otro pulso, el de la calle, la goleada fue épica. Ríos humanos avanzaron en Caracas por cauces que habían quedado secos tras las protestas de 2017. Abraham y Andrea llegaron desde el durísimo barrio popular del Cementerio con una pancarta pegada a las espaldas de ella: ¡Fuera Maduro, libertad!.
"Esta vez no nos vamos a rendir", coincidieron los dos. La gran novedad de la nueva ola de protestas es que las clases más populares de los barrios del oeste de la capital se han unido al clamor nacional. En Catia, la noche del martes, el joven de sólo 16 años, murió de un balazo disparado por fuerzas gubernamentales.
La represión continuó durante todo el día, sumando más víctimas mortales, al menos dos más en Táchira más tres provocadas por los saqueos en Barinas. En cambio, la concentración chavista se movió sin ningún obstáculo, animada por las comidas y bebidas gratuitas repartidas a diestro y siniestro.
Una convocatoria reforzada por "anabolizantes", a la que empleados públicos estaban obligados a asistir y en la que autobuses gratuitos trasladaban a los simpatizantes chavistas desde ministerios y organismos públicos hasta los lugares elegidos.
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